Una noche fallece una hoja,
hoja de espada oxidada,
por el viento y marea de un oceano ebrio,
ebrio de vidas condenadas de piratas y putas,
cadenas de cada vida ya perdida,
encadenadas entre si para revelarse,
¿contra que? todo,
tu familia, vecinos, animales callejeros,
en busca de sangre,
como polillas al fuego,
pero los quemados sereis vosotros,
yo vivire,
porque fui yo quien los controla,
titeres en mi juego de cuerdas,
sereis mios,
dominare cada cascaron vacio,
vuestras almas malditas,
vagando sin rumbo al vacio,
purgatorio lo llaman aquellos religiosos,
insensatos de fé falsa,
manchada de vomito,
con ello encima vagaran,
¿desmembraros? aun no,
no me he cansado de violar,
ni de asesinar,
ni de deleitar mi vista,
lloro sangre de felicidad enfermiza,
enferma de pasion por el blanco,
rojo,
y negro,
pero nada mas negro que yo mismo,
prepara tu dicha,
es la hora,
se acabo el tiempo para la diversion,
adios.
Esto no es poesia, no es nada... que vayais a entender, solo desahogo y liberacion
Adios y que tengais una feliz no-vida.
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