Una mujer lee un libro mientras que cruza la calle
Siempre hay un hombre que nunca conocerá
Habla en el café durante una hora o dos
Se pregunta por qué está siempre de felicidad.
Matando el tiempo después de coger apuntes
Ella necesita ser apoyada, aportaré una muleta.
Nunca sabrá cuanto significa para mí.
Juego al juego pero soy el árbitro.
Entregué cada palabra, cada pensamiento, cada sonido.
Cada tacto, cada sonrisa, cada enfado.
Entregué todo el dolor
Entregué la esperanza que perdí
Entrégué mi odio.
Aún recuerdo qué es lo que busco
Ella tiene una pared de ladrillo detrás de su puerta
Viajo en el tiempo y me confieso a ella
Pero estoy asustado, ya que ella disparará al mensajero.
Entregué mi amor..
Pienso que encontré su sufrimiento en un grupo de palabras
Pienso que encontré su enfado en un grupo de palabras
Buscando hasta que mis manos sangran
Esa flor no me pertenece.
¿Por qué ella no me pertenece?
Entonces entregué mi sufrimiento.
Nunca tuve valor de preguntar...
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